Primeras Jornadas sobre fuentes documentales para la historia de Madrid
Las Primeras Jornadas sobre Fuentes Documentales para la Historia de Madrid, celebradas en Madrid los días 4, 5 y 6 de febrero de 1988, nacieron de una pretensión modesta, la de proporcionar un encuentro entre un grupo de historiadores dedicados a la historia de Madrid y algunos archiveros de los centros en los cuales se guardan fuentes documentales sobre la misma. Un encuentro entre un grupo de historiadores dedicados a la historia de Madrid y algunos archiveros de los centros en los cuales se guardan fuentes documentales sobre la misma. Un encuentro en cierto modo especial, en un marco distinto y con una finalidad algo diferente a los encuentros, que por razones de trabajo u oficio habían ya mantenido unos y otros de forma individualizada. Al plantearnos la realización de estas Jornadas nos movía una inquietud inicial, provocada por la magnitud y dispersión de las fuentes documentales sobre la historia madrileña, por el estado de esta documentación y el no fácil acceso para los estudiosos a una parte importante de la misma. Nos movía también un interés, abordar esta situación. Y así, usuarios y responsables de los archivos juntos, inician un diálogo para tratar de encontrar soluciones a los problemas del patrimonio histórico documental de nuestra comunidad. De ahí que el patronazgo de estas Jornadas debía corresponder a la Comunidad de Madrid, como en efecto sucedió, ya que la Dirección General del Patrimonio Cultural se encargó de la financiación de las mismas y en la preparación de ellas tuvo un papel fundamental el Centro Regional de Archivos, que ahora publica estas actas.
Desde el primer momento pensamos que estas Jornadas no debían ser únicamente una ocasión para lamentarnos por las deficiencias que pudiéramos encontrar en la conservación del patrimonio histórico-documental o por los recursos, siempre escasos, dedicados a ello. Por el contrario, intentamos dar un signo positivo a las mismas. En primer lugar, para que pudiésemos tomar conciencia de los problemas, y en segundo lugar para que de ellas saliesen iniciativas, ideas y soluciones. Pensábamos entonces, y ahora estamos más convencidos de ello, que nuestro patrimonio histórico-documental se enfrenta a dos tipos de problemas. Uno ya viejo, endémico, podríamos decir siendo más estrictos, que es el de los medios y recursos que se dedican a su conservación. Otro nuevo, pero no por ello menos importante, planteado por los cambios tecnológicos que afectan a la reproducción de documentos, a su almacenamiento y circulación.
Desde este punto de vista nos encontramos ante una verdadera encrucijada, pues si no se toman medidas oportunas y rápidas, podemos encontrarnos ante una curiosa -y lamentable- situación. Sin haber tenido tiempo para arreglar las antiguas carencias, en un período de tiempo no demasiado largo podemos vernos privados de una parte importante de nuestra riqueza documental, aún sin perder materialmente los documentos, ya que otros, tal vez más ricos o afortunados, pero sin duda con más medios, habrán reproducido esos documentos e integrado en grandes bases de datos la información sobre ellos.
Estas ideas e inquietudes latían en el ánimo de los miembros del Equipo Madrid de Estudios Históricos de la Universidad Autónoma de Madrid, cuando sugerimos la idea de celebrar estas Jornadas y cuando asumimos la responsabilidad de coordinarlas. Es justo reconocer que la favorable acogida de la iniciativa por parte de todas aquellas personas que fueron invitadas a las mismas constituyó un impulso decisivo para su celebración y para sobrellevar sin desánimo el trabajo de prepararlas, trabajo en el que algunas personas, como Francisco José Marín, mostraron una generosidad en tiempo y dedicación verdaderamente excepcional.
Hoy, gracias también a la Comunidad de Madrid y a su Centro Regional de Archivos, podemos ver en forma de libro el fruto de aquellas Jornadas. Basta con mirar por encima el índice de esta obra para darse cuenta de los numerosos e importantes temas que en ella se abordan. Agrupadas en torno a dos ejes, los centros y archivos y los temas de la historia madrileña para los que aquéllos aportan documentación, las ponencias presentadas en las Jornadas nos brindan una variada, rica y rigurosa información sobre la documentación histórica de Madrid y sobre su posible utilización. No sólamente eso. Aquí queda también constancia de la política archivística de la Comunidad de Madrid, expresada por la propia Directora Regional de Archivos. Y queda también información sobre otras iniciativas, que pueden contribuir, eso al menos esperamos, a encauzar algunos de los problemas constatados en las propias Jornadas. Tal es el caso de la creación de un Centro de Documentación para la Historia de Madrid en la Universidad Autónoma, centro que cuenta con el respaldo institucional de la propia universidad, como puso de manifiesto su rector en la clausura de las Jornadas.
Este libro nos proporciona la certeza de que la iniciativa de celebrar las Primeras Jornadas sobre Fuentes Documentales para la Historia de Madrid mereció la pena, aunque dejamos el juicio definitivo sobre ello a las personas que lean o utilicen esta obra para la consulta.
Madrid, enero de 1989.
Santos Madrazo, Virgilio Pinto
Directores del «Equipo Madrid»
Universidad Autónoma de Madrid
Primeras Jornadas sobre fuentes documentales para la historia de Madrid, Madrid, Comunidad de Madrid-Dirección General de Patrimonio Cultural, 1990.